En el sector del transporte y la logística existen diferentes tipos de mercancías, que pueden clasificarse por su lugar de procedencia, por su naturaleza o por su nivel de peligrosidad.
Para cada una de ellas se puede plantear un determinado medio de transporte o una combinación de ellos, pues a pesar de que en algunos casos podría considerarse lógico, en otros puede que la mercancía que se transporta no se adapte al medio de una manera tan sencilla como podía parecer a priori.
¿Qué tipos de mercancías existen?
Hay casi tantos tipos de mercancías como personas. Con productos y servicios cada vez más adaptados a las necesidades concretas de empresas y consumidores finales, hoy en día existen en el mercado mundial un sinfín de propuestas que necesitan ser transportadas para llegar hasta los lugares más recónditos del mundo.
La manera más sencilla que tenemos para clasificar los tipos de mercancías es a través del Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías o SA, propuesto por la Organización Mundial de Aduanas (WCO, por sus siglas en inglés: World Customs Organization). De acuerdo con este sistema, podemos clasificar las mercancías en diferentes secciones:
- Animales vivos o productos de origen animal (animales, carnes, pescados, lácteos, huevos, miel…).
- Productos de origen vegetal (plantas, flores, frutas, frutos secos, café, té, cereales, semillas…).
- Grasas y aceites animales o vegetales y sus productos de limpieza; grasas comestibles; ceras de origen animal o vegetal.
- Alimentos preparados; bebidas, bebidas alcohólicas y vinagres; tabaco y sustitutos del tabaco (alimentos procesados, azúcares, cacao, preparaciones vegetales y con cereales, tabaco…).
- Productos de origen mineral (sal, piedras, tierras, cemento, combustibles, aceites…).
- Productos químicos (químicos inorgánicos, químicos orgánicos, productos farmacéuticos, fertilizantes, pigmentos, aceites esenciales, preparaciones cosméticas, jabones, productos explosivos y pirotécnicos, material fotográfico…).
- Plásticos y artículos de plástico; caucho y artículos de caucho.
- Cueros y pieles; talabartería y arneses; artículos de viaje y bolsos; artículos realizados con cuero y tripas animales (pieles, pieles y pelo artificial…).
- Madera y artículos de madera; carbón vegetal; corcho y artículos de corcho; productos de paja, esparto u otros materiales similares; cestas y artículos de mimbre.
- Pulpa de celulosa u otros materiales de fibras celulósicas; papel o cartón reciclado; artículos de papel o cartón (papel, cartón, libros, periódicos, manuscritos, planos…).
- Textiles y artículos de textil (seda, lana, pelo animal, algodón, fibras textiles vegetales, fibras artificiales, alfombras, etc.).
- Zapatos, gorros, paraguas, sombrillas, bastones, sillas portátiles, látigos, fustas y sus partes; plumas y artículos de plumas; flores artificiales; artículos elaborados con pelo humano.
- Artículos de piedra, yeso, cemento, mica o materiales similares; productos cerámicos; vidrio y cristal.
- Perlas naturales o cultivadas, piedras preciosas o semipreciosas, metales preciosos, metales cubiertos de metales preciosos; joyería de imitación; monedas.
- Metales comunes y artículos con metales comunes (hierro, acero, níquel, aluminio, zinc, latas, herramientas, cuchillería, cubertería…).
- Maquinaria y aplicaciones mecánicas; equipamiento eléctrico; grabadoras y reproductores de sonido, televisores y partes de los artículos anteriores (reactores nucleares, maquinaria diversa, reproductores musicales…).
- Vehículos, aeronaves, embarcaciones y equipamiento de transporte asociado (trenes y sus partes, vehículos y sus partes, aviones y naves, barcos y otras estructuras flotantes).
- Óptica, fotografía, cinematografía, medición, cálculo, precisión, instrumentos y aparatología médica; relojes y relojes de muñeca; instrumentos musicales; partes y accesorios.
- Armas y munición; partes y accesorios.
- Miscelánea (muebles y elementos para el hogar, juguetes y otros).
- Obras de arte, piezas de coleccionista y antigüedades.
Así mismo, por su naturaleza, podemos clasificar las mercancías de una manera más sencilla, en: animales vivos, productos perecederos (vida útil de 1-7 días), productos no perecederos (larga vida útil), mercancías frágiles (productos de cristalería, obras de arte, huevos…), productos de gran tamaño (requieren manipulación y transporte específicos), mercancías peligrosas.
Dentro de las mercancías peligrosas, estarían productos como los explosivos, los líquidos y sólidos inflamables, los gases, las sustancias tóxicas, los materiales corrosivos, los materiales radiactivos, los agentes oxidantes y otros materiales peligrosos.
¿Qué medio de transporte se adapta a cada tipo de mercancía?
Antes de entrar a valorar qué medio de transporte será el ideal para cada tipo de mercancía, debemos pensar, en nuestro caso particular, en el tipo de urgencia que tenemos, en si deseamos que el transporte sea más o menos seguro, en el presupuesto que tenemos, en el volumen que determinará la capacidad que necesitamos y en qué medios de transporte tendremos a nuestra disponibilidad, en función del lugar al que vayamos a trasladar la mercancía.
Tanto a nivel nacional como internacional, existen diferentes medios de transporte: terrestre, aéreo y marítimo.
El transporte terrestre engloba el transporte por carretera y el ferroviario. Por norma general, el transporte por carretera siempre se utiliza en el primer y último tramo de la mercancía, lo que permite trasladarla hasta el punto exacto donde se necesita. El transporte terrestre tiene la ventaja de que es más flexible que los demás, pues no tiene por qué seguir un horario concreto, sino que se puede adaptar a las circunstancias. Además, es más barato. No obstante, no es el medio de transporte idóneo cuando hablamos de largas distancias.
El transporte ferroviario permite trasladar mercancías a largas distancias en un tiempo menor, una característica que lo convierte en una opción más interesante para el comercio internacional. Es más caro que el transporte terrestre y ofrece una menor capacidad de reacción.
El transporte terrestre tiene, en sí, varias desventajas, como las limitaciones de espacio y de distancia, la contaminación y, en el caso del transporte por carretera, un mayor riesgo de siniestros. Realmente, el transporte terrestre permite trasladar todo tipo de mercancías, tanto a granel como en contenedores.
Por lo que respecta al transporte aéreo, se trata de una buena opción cuando se desea que la mercancía llegue con rapidez, aunque ello implica un mayor coste, por eso se trata del medio de transporte menos utilizado. Por norma general, el transporte por avión se empleará para mercancías de gran volumen, así como para transportar artículos de lujo, productos sanitarios o farmacéuticos o mercancías urgentes. El avión permite, además, ahorrar en trámites y aduanas, una ventaja importante frente a los demás medios de transporte.
Como el aéreo, el transporte marítimo también permite el traslado de mercancías de todo tipo de volúmenes y a largas distancias. Aunque, a priori, pudiera parecer el menos importante de los medios de transporte, es el que mayor relevancia tiene en el comercio internacional, pues representa alrededor del 90% del tráfico total de mercancías a nivel mundial. Aunque su principal desventaja es que se trata de un medio más lento, su precio es el más bajo y es más respetuoso con el medio ambiente, por lo que para materias primas y productos no perecederos se trata de la mejor opción.
Sin embargo, por norma general, se suelen combinar dos o más medios de transporte para optimizar al máximo el proceso completo. Así, es posible que sea un camión, tráiler o tren el medio que traslade una mercancía hasta una/otra estación, una terminal de carga de un aeropuerto o un puerto de carga, y que lo mismo ocurra en su llegada al destino.
Si deseas trasladar una mercancía concreta y no sabes cuál es la mejor manera de optimizar la carga para que llegue a tiempo y en perfectas condiciones, ponte en contacto con nosotros y coméntanos tus dudas sin compromiso. En Hyland Shipping estaremos encantados de ayudarte.
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